Dra. Concepción Calleja
Publicado en D-Farmacia, 25/01/2011

En estos días de rebajas, es muy probable que los excesos navideños (y otros anteriores) nos den algún que otro disgusto ante el espejo de un probador. De acuerdo, tal vez nos hayamos pasado de la raya, pero lo cierto es que las normas de tallaje tampoco ayudan demasiado. Según Carmen Galindo, presidenta de la Federación Española de Asociaciones contra la Anorexia y Bulimia (FEAAB), «no se está cumpliendo el acuerdo de unificación de las tallas» y es imprescindible que «se implemente una legislación adecuada del sistema de tallas de ropa español basado en las medidas reales de la población».
Asimismo, Galindo ha solicitado «que se normalice el sistema de tallas, tal y como se comprometieron los fabricantes en el acuerdo y se asegure la distribución de tallas hasta la 48». La presidenta de la FEAAB afirma que con la actual situación se genera «frustración», pero que, sobre todo, «se está jugando con la salud de la gente, porque el modelo de salud que se vende no se corresponde con la realidad».
Un estudio realizado por la Federación recoge que el sistema de tallas actual «fomenta las conductas de riesgo para la salud tales como dietas para perder peso sin control médico». En este sentido, recuerdan que «la prevalencia de los trastornos de la conducta
alimentaria (TCA) se mantiene estable (6%), así como el de personas en riesgo de sufrirlos (11%), pero cada vez se presentan en edades más tempranas (entre los 9 y los 11 años) y más adultas (mujeres de a partir de los 30 años), y también se está observando un aumento en niños.
Prevenir
Esto se corresponde realmente con la clínica diaria. Vosotros, en vuestras oficinas de farmacia, veis antes que el médico, podéis intuir antes que os encontráis frente a un adulto o niño que podría acabar desarrollando esta enfermedad. Mi consejo desde aquí es que recomendéis a estos pacientes el medicamento homeopático para la ansiedad más fiable en estos casos: Ignatia amara 30 Ch, 3 gránulos dos veces al día. Sólo con esta acción, sin riesgo de efectos secundarios o adicciones, podéis evitar la ansiedad que estos pacientes sufren. Quizá con este gesto evitéis que el paciente comience a restringir comidas o a hacer dietas absurdas.
Si veis que su evolución es negativa -por sus comentarios o los de algún familiar- es importante tratar de remitirle a una consulta médica, sea niño o adulto. Este problema no respeta edades. Debemos tomarlo con la seriedad y preocupación que merece, porque si al principio puede confundirse con el afán natural de estar guapos y vernos atractivos, este tipo de trastornos, a primera vista banales, pueden convertirse en un grave problema de salud, que genera un terrible sufrimiento en quien lo padece y en su entorno.
Con Ignatia amara podemos hacer un primer intento de frenar el problema. Es un medicamento que no produce adicción, ni cansancio, ni sueño, y que, a la vez, es compatible con cualquier otra medicación, sin causar efectos secundarios.