Dra. Concepción Calleja
Publicado en D-Farmacia, 27/01/2011
Acaba de pasar una gripe y se siente como si nunca fuera a salir de ese estado de cansancio y falta de energía en el que le ha dejado sumido. Esta es la descripción que más de un paciente os hará de su estado en vuestro mostrador. Antes de acudir al médico, os pedirá vitaminas o algo que le ayude a recuperar las fuerzas. Por supuesto, podemos ayudarles, pero vamos por partes. En primer lugar, si el paciente ha tenido la mala suerte de coger la gripe, cosa habitual dadas las cifras de propagación del virus en estos meses –desde diciembre hasta febrero–, debemos tener en cuenta que, una vez desaparecidos los síntomas propios de esta molesta
afección, pueden quedar ciertas «secuelas» transitorias.
A menudo, el paciente se siente cansado, asténico, «de bajón». Y es que este virus no deja célula sin tocar: desde las fibras nerviosas hasta los músculos. Unas cuantas dosis de Arnica montana y de Kalium phosphoricum le repondrán rápidamente.
Sindrome de Gullain Barré
Pero hay una afección posgripal a la que todos los profesionales de la salud tememos y es el síndrome de Guillain Barré. Se trata de un trastorno autoinmune (el propio sistema inmunitario del cuerpo se ataca a sí mismo), pero se desconoce qué lo desencadena exactamente: puede ser una infección menor previa, una infección pulmonar, gastrointestinal, gripe… La mayoría de las veces, los signos de la infección original han desaparecido antes del comienzo de los síntomas de Guillain Barré. Este síndrome daña partes de los nervios, lo que causa hormigueo, debilidad muscular y parálisis. Afecta sobre todo a la cubierta del nervio o vaina de mielina. La consecuencia es que las señales nerviosas son más lentas o que el nervio deja de funcionar. Puesto que no existe cura, sólo tratamientos para evitar complicaciones y acelerar la recuperación como la plasmaféresis y la terapia con inmunoglobulinas, bien merece tener en cuenta un medicamento homeopático que en la práctica clínica se ha mostrado eficaz. Se trata de Gelsemium sempervirens, que actúa sobre las fibras nerviosas impidiendo que la enfermedad siga avanzando, si se coge a tiempo. Es una opción a tener en cuenta.
Consejo
Así las cosas, el consejo es que no os limitéis a recomendar un complejo vitamínico al paciente que acaba de superar una gripe. Si sospecháis complicaciones, es importante remitirlo al médico, pero además podéis complementar vuestro consejo recomendando
Gelsemium sempervirens 30 CH, 3 gránulos, 3 veces al día, aparte de los medicamentos homeopáticos ya mencionados: Arnica montana y Kalium phosphoricum.