Dra. Concepción Calleja
Publicado en D-Farmacia.com, 09/08/2011
En los países desarrollados la esperanza de vida de la población es cada vez más larga, lo que se asocia, lógicamente, a una población progresivamente envejecida y, en consecuencia, más afectada por problemas de salud crónicos. Dado que la enfermedad crónica resta calidad de vida, es muy importante, tanto para la sociedad como para el individuo, buscar estrategias que contribuyan a mantener la salud dentro de unos parámetros de normalidad amplios, el mayor tiempo posible.
En el siglo pasado, la medicina cosechó grandes éxitos en la lucha contra la enfermedad, pero en materia de prevención los éxitos no fueron tan notables. Esto ha hecho que en las últimas décadas haya crecido el interés por lo que conocemos como «promoción de la salud», entendiendo ésta como un proceso que permite a los individuos, grupos o sociedades, aumentar su propio control sobre la salud física, mental, social y espiritual. Pero ello presupone la existencia de sociedades cuyos individuos son capaces de identificar sus recursos externos e internos y, en definitiva, pueden hacer frente a los problemas de salud de una manera racional.
En el ámbito de la promoción de la salud tienen su mejor encaje los medicamentos homeopáticos, puesto que muchas veces se pueden utilizar de manera preventiva, para que el paciente no llegue a desarrollar una enfermedad.
Este enfoque tendría como objetivo fomentar la capacidad de autocuración de las personas, lo que incluye también la consecución de un estado mental o psicológico óptimo, que permite a la persona ser dueña de su propio organismo.
De este modo, se podría favorecer el envejecimiento saludable, con menos incidencia de enfermedades crónicas.
Homeopatía y esperanza de vida
Si atendemos a un estudio que se ha llevado a cabo en Holanda, los pacientes que se acercan a la homeopatía, entre otras terapias complementarias, tienden a vivir más tiempo, a la vez que ahorran muchos costes al sistema sanitario público.
En dicho estudio se constató también que las tasas de mortalidad fueron un 30% más bajas en los usuarios de homeopatía y que estos registraron, asimismo, menos estancias hospitalarias y un menor consumo de medicamentos convencionales.
Esta situación sólo es posible en una sociedad en la que haya un número importante de médicos que conozcan y traten a los pacientes con medicinas complementarias como la homeopatía, en aras de una mayor promoción de la salud, tanto curativa, como preventiva. Ante lo satisfactorio de los resultados, el estudio holandés sugiere que deberían hacerse más estudios de este tipo para reunir más pruebas de calidad.
Nuevamente, nuestros colegas europeos nos dan ejemplo.
Bibliografía
Baars E., Kooreman P. Patients whose GP knows complementary medicine tend to have lower costs and live longer. Eur J Health Econ. 2011. doi: 10.1007/s10198-011-0330-2.