Dra. Concepción Calleja
Publicado en D-Farmacia, 22/12/2010

¿Todo el mundo contento? En apariencia sí, las Navidades suelen asociarse a un tiempo de alegría y fiesta, pero la realidad no siempre es esa. Para muchos, es una época de estrés, melancolía y hastío, por diversas razones. Las amas de casa tienen que trabajar el triple y quedar bien. Todos gastamos más dinero de lo habitual y, para más inri, hay que aparentar estar contento, cuando a lo mejor no lo estás. Estos factores favorecen el conflicto. A menudo, familiares que no se ven y hablan poco durante el año se reúnen en torno a una misma mesa en estos días festivos y las tensiones citadas, junto a la necesidad de socializarse de forma un tanto forzada, pueden generar ansiedad, nerviosismo y unas ganas terribles de que todo pase rápido.
El gasto desmesurado merece, también, un comentario. Regalos y más regalos. A veces no nos gustan, pero por cortesía ponemos buena cara. También es cierto que, después de Reyes, las cajeras de muchas tiendas y grandes almacenes no dan abasto cambiando prendas y devolviendo dinero… En definitiva hay que aparentar que «aquí no pasa nada» cuando en realidad, seguramente, están pasando muchas cosas.
Una aliada
Este, «a la de tres, vamos todos a ser felices», como decíamos, no funciona con todo el mundo. La tristeza y la nostalgia son también sentimientos muy navideños, aunque tampoco es necesario combatirlos «matando moscas a cañonazos» y recurriendo por sistema a antidepresivos o ansiolíticos. Debemos aprender a asumir estos sentimientos con naturalidad, porque forman parte de la vida.
No obstante, en algunos casos, el medicamento homeopático sí puede ser un buen aliado para regular este tipo de trastornos del estado de ánimo condicionados por factores externos. Nos ayudará sin generarnos los conocidos efectos secundarios de la terapia farmacológica convencional. Médicos y farmacéuticos podemos ser de mucha ayuda para esos pacientes que se sienten un poco «bichos raros» en estos días, cuando les embarga la tristeza y a su alrededor todo parece fiesta y brillo.
En cualquier caso, tanto para quienes viven la Navidad con alegría e ilusión, como para quienes las «atraviesan» con esfuerzo, desde aquí les enviamos nuestros mejores deseos para estos días y una muy buena entrada en 2011.