El
paciente en la consulta del médico homeópata.
Cada persona tiene una manera particular
de enfermar, por ello el médico homeópata le dedicará el tiempo necesario para
poderle prescribir su tratamiento individualizado. La primera visita suele durar
hora y media.
Para establecer el diagnóstico médico, además de la exploración física y pruebas
complementarias necesarias, el médico homeópata le hará una historia clínica
que añade a la tradicional una semiología propia más amplia, así que se interesará
por la forma en que la persona siente sus molestias para prescribirle el o los
medicamentos que más se ajusten a las características de la enfermedad. Si por
ejemplo sufre dolores de cabeza, será necesario conocer si le duele en las sienes,
en la frente o en forma de casco, si las jaquecas se sitúan casi siempre en
la derecha o en la izquierda, o si alternan; si siente punzadas o parece que
su cabeza va a estallar, si aparece mas frecuentemente por las mañanas, por
la noche o en fines de semana, si aparece o se agrava cuando hay cambios atmosféricos
o está relacionada con la menstruación. Si en esos momentos le molestan especialmente
los ruidos, la luz o los olores, si mejora con la presión de las manos, con
frescor o acostándose en una habitación oscura y tranquila, o si le produce
vómitos y si éstos calman el dolor, ...Y así con casi todas las patologías por
las que consulte.
Los medicamentos homeopáticos reflejan en sus ensayos clínicos esas diferencias
de sentir entre unos pacientes y otros. El médico homeópata le prescribirá aquel
o aquellos medicamentos que abarquen más su cuadro patológico actual, teniendo
en cuenta las características que usted posea. Por ejemplo en la experimentación
de Calcarea Phosphorica, se vio que éste medicamento, entre otras cosas, está
indicado para las cefaleas de los estudiantes pero responden mejor aquellos
que son longuilíneos.
Por ello el médico dará importancia a:
Su complexión física.
Sus gustos, aficiones, sus preferencias o aversiones alimentarias,
si prefiere los sabores dulces o salados, si bebe mucho
líquido. La forma en que tolera el calor y el frío,
cómo se encuentra a lo largo del día, si le afectan
los cambios climáticos o de estación.
Si es una persona reservada o abierta, si necesita compañía
o le gusta estar solo, si tiene temores. Si piensa que
su enfermedad guarda alguna relación con situaciones
o acontecimientos de su vida.
Sobre la forma en que la dolencia afecta a su forma de ser,
cómo se encuentra cuando enferma, cómo cambia su carácter
encontrándose enfermo.
La terapéutica homeopática puede dar solución a un gran número de patologías
que otras terapéuticas no cubren. Tiene una manera de curar más acorde con la
totalidad del individuo. Además de ser intrínsecamente preventiva.
El médico homeópata ha optado por esta terapéutica que se va abriendo camino
entre las potentes y rápidas sustancias químicas que surgen cada día, porque
no es agresiva para el cuerpo humano, ni le provoca problemas de intolerancias
o intoxicaciones y le recetará un medicamento o varios que aunque pueden ser
como cualquier otro, en pastillas, supositorios, etc., lo mas frecuente es que
sean gránulos que se disuelven en la boca. Este formato además de respetar la
tradición brinda una manera muy cómoda de medicarse, puesto que la absorción a
través de las mucosas es una de las más rápidas.
