OCURRIÓ EN UNA SELVA SUBTROPICAL DEL ESTADO DE QUINTANA ROO, AL SUR DE CANCUN.

Les comparto esta experiencia muy rara con una frecuencia de uno entre 400. 000 y es el de un embarazo a término extrauterino que tuve la gracia de atender. Sabía que podía ocurrir, pero nada más. El 16 de diciembre de 1982, en la recóndita población que un tiempo fue la prisión más aislada de México debido a estar rodeada de una selva casi impenetrable llamada entonces Cha Santa Cruz y actualmente Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo, siendo el único cirujano de la Zona Maya de ese Estado, todo el personal del Centro de Salud con Hospital estaba saliendo para ir a la cena de Navidad y fin de año cuando el Dr. Francisco Arana (QEPD) encargado de materno infantil me dijo que iba a haber una cesárea de una señora que estaba muy molesta y ya no quería esperar al parto porque ninguno de los ocho anteriores le había dado tanta lata desde el principio. Me la señaló cuando ya iba caminando por la carretera hacia el centro de la población. Le pedí la regresara para revisarla. Efectivamente, caminaba con bastante dificultad y quejábase de muchas molestias. Al explorarla no encontré, por palpación, lo que regularmente espera uno. Solamente bolas y bolitas, ningún contorno regular y con más cuidado empecé a encontrar "una rana con las patas abiertas" y recordé que nos decían que eso era falta de continente, era un niño fuera del útero. En ese momento pedí preparar la sala para operar, pero ¡oh burócratas! el jefe de sala dijo que él ya había terminado su turno; los pasantes que cubrían a todos los de base en esa ocasión que habría una festividad fueron convocados y sin ningún trabajador de base nos organizamos. Al no haber anestesista puse un bloqueo peridural cuidado por un enfermero que aceptó participar (Carlos Avila) el ayudante sería el pasante de guardia José A Pérez Morales y de instrumentista la pasante de enfermería Rosa Ma Corona. Ya era tarde. Estaba yo especialmente emocionado por encontrar lo que jamás pensaba haber visto. Al separar los rectos (músculos) vi una mano que se movía por debajo del peritoneo y empecé a llorar... Saqué a la niña y al buscar la placenta la voy viendo sobre el útero, estaba como boina española en cabeza de gachupín, ligeramente ladeada. El alma me llegó al pecho porque pensaba ¿en donde estará la placenta? ¿qué haré si está sobre asas intestinales o hígado? pero gracias a Dios ahí estaba, donde debía haber estado pero por fuera. Pensé que el despegamiento sería como siempre, fácil... pero oh desgracia, estaba "acareta" o sea, profundamente adherida, sin plano de despegamiento. Pues claro, no había echado raíces en el endometrio como comúnmente lo hace. La decisión fue hacer histerectomía simple. Mi ignorancia, confieso, no me dijo que lo procedente era dejar la placenta en el sitio y con el tiempo se momificaría sin dejar alteraciones. Años después supe que mi hijo, ya como anestesiólogo había estado en otro caso igual.

Dr. Honorato del Portillo Médico Homeópata. Primer Cirujano y Partero del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS). Ex Profesor de Obstreticia y de Medicina Hiperbárica, en la Facultad de Medicina de Mexico. (E.L.M) México D.F. Autor de numerosas conferencias y libros. En la actualidad se dedica a la práctica privada de la Homeopatía.